Dentro del grupo de profesionales con los que usted debe contar al embarcarse en la aventura de constituir una empresa está el departamento legal (abogados), que podrán preparar un borrador de contrato de sociedad unipersonal o constituir la sociedad anónima, incluida la emisión de acciones y la presentación de los documentos correspondientes ante las autoridades pertinentes de sociedades anónimas.
Deberá lleva a cabo una asesoría jurídica respecto de la estructura de propiedad más aconsejable, las negociaciones vinculadas a la compra de una empresa existente y la revisión de documentos en caso de que usted adquiera una franquicia.
Asimismo, le asesorará en materia de contratos de compraventa y la preparación de los documentos pertinentes.
Si su empresa requiere del alquiler de una oficina, tienda o fábrica, su abogado deberá revisar y aprobar los documentos de dicho arrendamiento.
El arrendamiento puede convertirse en su mayor obligación, por lo que su abogado le podrá ayudar a negociar términos y condiciones equitativos y que protejan sus intereses.
Por ejemplo, si proyecta un crecimiento, su alquiler debe incluir una disposición sobre la forma en que se gestionarán los requisitos de ampliación para no llevarse sorpresas de última hora.
Su nueva empresa puede requerir asesoría legal especializada para el registro y protección de sus derechos de propiedad intelectual y también ajustarse a la Ley de Protección de Datos.
La propiedad intelectual incluye sus derechos de propiedad respecto de su razón social, marcas registradas, derechos de autor y patentes.
La legislación de propiedad intelectual es un área específica y es probable que requiera de un abogado experto en la materia.
El asesor contable puede ser un asesor importante para las primeras decisiones, en materias como:
- Decidir cuál sería la división adecuada del capital que usted aporta a una sociedad anónima, entre acciones y préstamos.
- Determinar la mejor estructura de propiedad.
- Asistirlo en la preparación de los libros y registros de la empresa.
- Asesorarlo frente a sus necesidades informáticas y legales para fines contables.
Su asesoría contable desempeñará una función esencial a nivel fiscal de manera permanente respecto a las declaraciones de impuesto, asesoría relativa a las nóminas de los propietarios, preparación de estados financieros, proyección de necesidades de efectivo, expansión, contratación de nuevos empleados y evaluación de la rentabilidad de la empresa.
Y recuerde que, en caso de una actividad global, existen normas contables internacionales que son específicas y deben ser tenidas en cuenta que sólo un asesoramiento fiscal y contable profesional podrán resolver.
